El Maestro Yoda y la diferencia entre hipérbaton y anástrofe

Aunque parezca increíble, el post más leído del blog hasta el momento es el que explica la diferencia entre anáfora y cátafora. ¿Por qué? Pues básicamente porque formó parte de la PAU de junio de 2015 y a muchos alumnos les pilló por sorpresa. Tanto, que incluso apareció en prensa y televisión (telediarios incluidos). 

Otro de los dúos de enfants terribles fáciles de confundir dentro del listado de figuras literarias básicas es el del hipérbaton y la anástrofe, que “iguales parecen, pero no son”. Vamos a aprovechar la sabiduría de uno de los personajes más famosos que se hayan creado jamás para no volver a confundir estas dos figuras literarias. 

Catáfora y anáfora, más fácil... imposible

 

julioiglesiasewordcomunicacion

 

Seguro que esta semana estás hasta el moño (en el caso de que lo tengas) de artículos como este:

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/06/09/catalunya/1433880126_591501.html

El caso es que nos hemos puesto a revisar artículos de prensa y lo que nos encontramos es que han conseguido convertir en noticia una figura retórica que se estudia en todos los temarios de Lengua Española y que conseguido colarse a través de la LODE, LOGSE, LOMCE y demás siglas que han puesto patas arriba, abajo y de lado el sistema educativo en nuestro país.

¿Y si supieras que usas catáforas muy a menudo? Y anáforas, metáforas...

Como siempre, nuestra memoria es selectiva, y lo que para unos es imborrable, para otros pasa sin pena ni gloria. Y me parece normal. ¿Qué voy a decir yo si no sé ni hacer una raíz cuadrada de las fáciles?

Pero vamos al grano:

La anáfora y la catáfora son dos procedimientos de cohesión textual, o sea, que se usan para no tener que repetir palabras innecesariamente.

Los pronombres en posición anafórica o catafórica son aquellos que pueden ir después o antes del nombre al que se refieren. Con un para de ejemplos seguro que te queda claro: